Una carta para dos
Había una vez en un lejano pero hermoso pueblo, dos
mejores amigos los cuales se llamaban Javier y Humberto ambos tenían 8 años,
eran tan amigos que se decían así mismo que eran almas gemelas pues habían
nacido el mismo día y su conexión era increíble nunca se peleaban y siempre
estaban juntos. Su época favorita del año era
invierno les hacía tanta emoción salir juntos a adornar el pequeño
pueblo, les encantaba ir por todo el lugar ayudando a las personas a decorar los
jardines, ambos se invitaban a sus propias casas a poner el arbolito navideño y
así mismo aprovechaban para ver caricaturas con unas ricas galletitas y un
chocolate caliente que la abuela les preparaba.
El árbol de Javier era enorme, lleno de luces y
adornos por doquier tenía una casa bellísima sin duda la más grande del pueblo,
en cambio Humberto era un poco más humilde su casa era pequeña pero a él no le
importaba nada de eso puesto que para él lo más importante era su familia.
Se llegó el día de hacer sus cartas a Santa Claus,
ambos emocionados por hacerle su cartita a Santa se juntaron y la hicieron juntos.
Al terminarla Javier le dice a Humberto
¾Amigo, antes de cerrar la carta léeme lo que le
escribiste a Santa Claus¾
¾Me da pena decirte lo que le escribí.¾Dijo Humberto con sus mejillas rosadas.
¾¿Acaso no me tienes confianza como para decirme lo
que le pediste?¾Le
responde Javier un tanto molesto.
¾Está bien te diré lo que le escribí, Querido Santa
Claus, este año me gustaría que me pudieras traer un pequeño obsequio no
importaría si es grande o pequeño, solamente me gustaría sentir por primera vez
lo es que Santa te obsequie un regalo y otra cosa más… lo mismo que te pido
todos los años y que siempre me cumples, que cuides a mi familia. Pero no te
preocupes si no me puedes traer mi regalo, con que cuides a mi familia es más
que suficiente¾Da
un suspiro al terminar de leer la carta.
A lo que Javi le responde
¾¿Entonces Santa nunca te ha traído nada?¾Sorprendido y con los ojos llorosos.
¾Sí, si me trae, cuida a mi familia durante todo el
año, pero ahora lee tu carta¾
Javier muy conmovido con la carta de su amigo decide
no leer la suya, pues él había pedido muchos juguetes pero no sabía que a su
amigo, Santa no le regalaba nada.
Cuando llegó a su casa decidió hacer la carta de
nuevo, y ahí le pidió a Santa Claus lo siguiente:
¾Querido Santa Claus, te escribo de nuevo mi carta
pues me di cuenta que estaba siendo un tanto egoísta, y me gustaría pedirte que
todo lo que yo encargue lo traigas doble, pues me he dado cuenta que a mi mejor
amigo nunca le has traído nada… bueno si, le cuidas a su familia durante todo el año,
pero esta vez me gustaría que él recibiera un obsequio para que sienta por
primera vez esa emoción que yo siento al ver mis regalos, y también como no
quiero ser tan egoísta te quiero pedir que protejas a mi familia así como lo
haces con la familia de Humberto. En cambio yo me portaré muy bien durante todo
el año y te dejaré un vaso con leche calientita y galletitas. Atentamente:
Javier.¾
Los papás de Javier, al leer la carta se les rompió
el corazón al saber que el amigo de su hijo no había recibido nunca antes un
regalo por Santa Claus, entonces decidieron hacer todo tal cual decía la carta,
es decir, comprar todo dos veces para que así ambos fueran felices. Los padres
aparte de sentir nostalgia por la situación se sintieron orgullosos de la
nobleza que tenía su hijo a tan corta edad, y saber que ellos lo estaban
guiando por un buen camino, y que él entendía el significado de la Navidad el
cual para ellos era compartir.
El 25 de diciembre en la mañana, se levantaron e
inmediatamente vieron que a los dos les había traído los mismos regalos Santa,
Humberto lloró de la emoción pues nunca había recibido un regalo por parte de
Santa; Javi sonreía y ponía su cara de travieso al saber que había compartido
su carta con su alma gemela y lo mejor que era Navidad; época de compartir.
Ojalá todos fueran como los niños y se ayudaran
entre sí.
FIN